viernes, 29 de abril de 2016

Una agujeta escolopácea en Villafáfila

El paso prenupcial puede ser tan desesperante como asombroso; pasar de un día sin apenas pájaros a otro repleto de ellos. Y con tantos pájaros, las probabilidades de encontrar una especie poco habitual o rara, aumentan.

Esto fue lo que ocurrió el pasado día 24, cuando Carlos Villaverde y Tino Fernández encontraron una agujeta escolopácea en Villafáfila, divagante americano, nunca antes citado allí.

Por eso, al día siguiente fuimos a probar suerte con ella; y la hubo... estuvimos viéndola durante un par de horas, llegando a tenerla a una distancia razonable para hacer unas fotos con el móvil a través del telescopio:


Reposando junto con cigüeñuelas comunes (Himantopus himantopus).


En esta imagen apreciamos unos de los rasgos que distinguen a la agujeta escolopácea de la muy parecida agujeta gris: los bordes blancos bajo las rayas negras de los flancos.

Agujeta escolopácea (Limnodromus scolopaceus) adulta.

Por fin, este año, las lagunas rebosan de agua, y los pájaros lo agradecen. ¡Está todo lleno!

Chorlitos grises (Pluvialis squatarola) con un vuelvepiedras (Arenaria interpres).

Pareja de tarros blancos (Tadorna tadorna).


Mochuelo europeo (Athene noctua).

A última hora de la tarde, dedicamos un rato a la búsqueda del sapo moteado, con resultado negativo. Aun así, encontramos otros herpetos, como rana común, sapo corredor, sapo partero común y eslizón tridáctilo:

Eslizón tridáctilo (Chalcides striatus).

martes, 26 de abril de 2016

El rey

Por muchos pájaros, libélulas, anfibios, mamíferos, mariposas, galápagos o cualquier otro animal viviente (o no) que haya en el campo, creo que nunca me veré tan atraído por unos animales como los ofidios, y de entre todos ellos, uno: el bastardo, como se le conoce en los pueblos, o la bastarda, como se le llama en las guías.

Conocido por todos, odiado por muchos, y admirado por unos pocos, entre los que me incluyo.

Hace medio mes la suerte me sonrió de nuevo: tuve un reencuentro con él, después de varios meses sin verlo (aunque ya en enero encontré una camisa en el C.T.R de Gomecello). Fue en la Armuña:

Su tendencia a vivir cerca de los pueblos muchas veces es su perdición.

El ejemplar en cuestión lo he catalogado como macho subadulto, basándome en la mancha negra o "silla de montar" también llamada, que posee detrás del cuello, y en el diseño dorsal poco o nada definido. El hecho de que aún no predomine el tono verdoso en su cuerpo (aunque ya se vislumbra en la región comprendida entre la cabeza y la "silla de montar"), lo atribuyo a la edad.

Unas fotos de este increíble reptil:


Cada vez que veo uno, un escalofrío me recorre la espalda de arriba a abajo.


Por supuesto, es un escalofrío resultado de la emoción que me produce ver a esta belleza delante de mí.




Pienso que es el rey de los ofidios:
El más grande, el más fiero, el más llamativo, el más bello de todos...


Una mirada fulminante...

Ya se atisba la "silla de montar", aunque aún de manera tenue.

Culebra bastarda o bastardo (Malpolon monspessulanus) macho subadulto.


Es una pena que estos animales hayan sido y sean a día de hoy objeto de persecución por parte de algunos ignorantes que los acribillan sin justificación alguna.

miércoles, 20 de abril de 2016

Un sapo y una mariposa

          Eso fue todo lo que vino a buscar Alberto hace un par de fines de semana a Salamanca: un sapo y una mariposa. Aunque parezca algo fácil, no lo es tanto, pues se tratados especies concretas con un hábitat especial. Una, estrictamente ligada a los almeces (Celtis australis), y el otro, asociado a bosques de encinas u otras especies del género Quercus principalmente, pero hubo suerte con ambos y Alberto volvió feliz a León. Hablamos de la Libythea celtis (mariposa del almez), y del Alytes cisternasii (sapo partero ibérico).

          La noche del viernes, el día de llegada, la invertimos en buscar al sapo por Ledesma, en una zona con presencia conocida: cantaban los grillotopos, cantaban las ranitas de San Antonio y las comunes, cantaban los sapos corredores, los de espuelas...incluso reclamó el búho real, y también el cárabo, pero el partero se resistía. Hasta que tras un buen rato comenzó a sonar, muy tenue, desde su escondite, situado bajo una pequeña piedra. Nos llevó unos minutos localizarlo, pero la final dimos con la piedra y el sapillo apareció:


Sapillo partero ibérico (Alytes cisternasii) macho portando la puesta.

Un precioso macho con los huevos a cuestas. ¡Como en las guías!

Muy cerca de allí, encontramos ocho culebras viperinas juveniles, distribuidas en tres piedras muy próximas:

Culebras viperina (Natrix maura) juveniles.


A la mañana siguiente partimos hacia las Arribes, a por la mariposa.

Comenzamos a buscar en Mieza, pero la primera parte de la mañana estuvo nublada, y algo ventosa, por lo que no encontramos ningún lepidóptero, aunque sí varias aves interesantes en cuanto a fenología en la provincia:

- Lúgano (grupo de quince ejemplares). Posiblemente los últimos que vea en Salamanca esta temporada.

- Curruca carrasqueña.
- Cuco (varios oídos; uno visto).
- Abejaruco (pequeños grupos sobrevolándonos).
- Torcecuello (1).
- Alimoche (1 adulto).


Lúgano (Carduelis spinus) macho.

Águila calzada (Aquila pennata) de morfo claro.


En Aldeadávila, seguimos rastreando, y esta vez, sí salió:


Libythea celtis.

Tuvimos mucha suerte, pues aún perduraba el mal tiempo, y sólo sacamos una especie más:


Aricia cramera.



Jaras blancas (Cistus albidus).

Eran relativamente abundantes las jaras blancas en la carretera que bajaba a la presa...


La última parada la hicimos en el Pozo de los Humos:



No encontramos gran cosa aquí; a destacar algunas estivales más (ruiseñor común y golondrina dáurica), un puñado de herpetos y un insecto muy especial:

Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans) macho.


Culebrilla ciega (Blanus cinereus).

Lagartija colilarga (Psammodromus algirus).


Larvas de sapo corredor (Bufo calamita) en un charco temporal.


Larva de salamandra común (Salamandra salamandra).

Tritón ibérico (Lissotriton boscai) en fase acuática.


Escarabajo pelotero (Scarabaeus laticollis).

Solía verlo habitualmente cuando era niño. Hoy día me cuesta mucho más encontrarlo.



Pilones: fuente de vida para muchos anfibios. En el de la foto en particular, hallamos salamandra común, tritón ibérico y gallipato.


Encharcamientos temporales, puntos vitales para la reproducción del sapo corredor.


Además de los de la foto y el gallipato, salió una lagartija colirroja.

Ya de vuelta a Salamanca, vimos algunos galápagos leprosos en Cabeza de Framontanos, y un par de alcaudones comunes:

Con una lavandera blanca (Motacilla alba).

Galápagos leprosos (Mauremys leprosa).


Y el macho de halcón peregrino en su zona haitual de la presa de Almendra:

Halcón peregrino (Falco peregrinus) macho.


          El último día, el de regreso, echamos la tarde buscando Pelodytes punctatus en el extremo sureste de la provincia de Zamora, con resultado negativo.
Aun así encontramos varias especies más que redondearon la lista del fin de semana, que finalmente quedó en diez especies de anfibios y seis de reptiles (siete si contamos lo que vi en la mañana del viernes, pero eso queda para otra):


Tritón jaspeado (Tritutus marmoratus) hembra.



Sapo partero común (Alytes obstetricans) macho portando la puesta.


Sapo corredor (Bufo calamita) macho.


Sapo corredor (Bufo calamita) macho.


Rana de San Antonio (Hyla molleri) macho cantor.



 Eso es todo hasta ahora.